Tras años de intercambios de largas cartas y múltiples visitas al castillo de Windsor, Jorge VI aceptó a Felipe como novio de su primogénita a regañadientes. El duque de Edimburgo nació en la villa ‘Mon Repos’, el retiro de verano de la familia real griega, en la isla de Corfú. Su abuelo fue un príncipe de Dinamarca que se convirtió en rey de Grecia (el duque era el tío segundo de la reina Sofía de España). A lo largo de esos años de exilio, el Conde de Barcelona visitaba recurrentemente a la Familia Real británica, que le acogió con gran cariño.
Para localizar el ascendiente común entre doña Sofía y Guillermo Alejandro I de Países Bajos hay que asistir a la familia de su madre, la reina Federica. Nacida con el título de princesa de Hannover, la abuela materna de Felipe VI descendía además de esta casa de la nobleza alemana de la familia imperial rusa. El padre de Doña Sofía, Pablo I, era primo hermano de Jorge I, abuelo de Felipe, por lo que el consorte británico era tío de Doña Sofía.
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Además de esto, la de Sofía fue entre las primeras visitas que recibió el marido de Isabel II a lo largo de su cirugía en el año 2013. El hermano de Sofía, Constantino de Grecia, también mantuvo una relación muy angosta con la familia real inglesa y, sobre todo, con el príncipe Carlos. Felipe de Edimburgo y la reina Sofía forman parte de dos de las familias reales de europa mucho más importantes. Por una parte, Pablo I de Rusia y la princesa Sofía Dorotea de Würtemberg; por otro, Federico III de Prusia y Luisa de Mecklemburgo-Strelitz.
Así que nuestra Reina Sofía, es tataranieta de la reina Victoria por línea paterna y retataranieta por línea materna. Juanito, como Isabel II llamaba cariñosamente al rey y Lilibeth, como los Borbones llamaban a la reina de Inglaterra son primos terceros. Para ver de donde viene esta relación hay que remontarse a la Reina Victoria conocida como la abuela de Europa, por la vasta genealogía a la que dio pie.
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En la clase alta que había en todos y cada población aún en mayor medida se daba este hecho, en tanto que no acostumbraban a cruzarse parejas inter clase. Entre los últimos momentos en el que vimos a Felipe, Letizia y el duque de Edimburgo fue en el año 2017. Un par de años más tarde, los reyes de España acudieron a la proclamación del monarca como caballero de la Orden de la Jerretera, la máxima distinción caballeresca de la monarquía británica que fue entregada por la reina Isabel II.
La reina Isabel II, el duque de Edimburgo, don Juan Carlos y doña Sofía son tataranietos por diferentes ramas de la reina Victoria. La fotografía está tomada tras asistir a la liturgia de la Orden de la Jarretera donde Isabel II concedió a Harald el privilegio de ser Caballero de la Jarretera. Entre los últimos momentos en el que pudimos ver a Felipe, Letizia y el duque de Edimburgo fue en el año 2017. Con prácticas espartanas, los estudiantes debían vestir pantalón corto todo el año, mantener las ventanas abiertas más allá de que estuviese nevando, correr por las mañanas antes de desayunar para luego ducharse con agua muy fría.
El Rey Juan Carlos tiene una relación familiar directa con la soberana británica por su familia paterna. Por visto que cuando Don Juan Carlos y Doña Sofía se casaron, los 2 emparentaron con sus equivalentes de la familia real británica, o sea, con Felipe de Edimburgo y con Isabel II de Inglaterra. Para encontrar el ascendente común entre doña Sofía y Guillermo Alejandro I de Países Bajos hay que asistir a la familia de su madre, la reina Federica. Su madre, la princesa Victoria Luisa de Prusia, era tataranieta del zar Pablo I, hijo de la famosa Catalina la Grande y tatarabuelo a su vez de la reina Juliana, abuela del actual rey de Países Bajos.
En 1930, en únicamente unos meses, las 4 hermanas de Felipe se casaron con príncipes alemanes. Las princesas Margarita y Sofía, estaban casadas con jerarcas alemanes y se codeaban con el nazismo y su líder, Adolf Hitler. Como mujer del Margrave de Baden, vivía en el castillo Salem, que era dos veces mucho más grande y lujoso que el palacio de Buckingham. Su abuelo fue un príncipe de Dinamarca que se convirtió en rey de Grecia (el duque era el tío segundo de la reina Sofía de España).
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Su madre, la princesa alemana de sangre británica Alicia de Battenberg nació en lo que dicen una familia sin suerte. Su bisabuela, Alicia de Inglaterra, murió en 1878 durante una epidemia de difteria que mató a sus hijos pequeños. Si como un ejemplo de la responsabilidad de este estudio se afirma que los progenitores de don Juan Carlos eran primos hermanos, apaga y vámonos.
Los monarcas españoles sí pisaron de nuevo suelo británico, en concreto, a lo largo de la primera visita oficial de Felipe VI y la reina Letizia en el verano de 2017. Felipe falleció el mes pasado de abril y, tras su fallecimiento, la vivienda real de españa deseó enviar sus condolencias hasta Londres. “Querida tía Lilibet, hemos sentido una profunda tristeza al recibir la novedad del fallecimiento de nuestro amado tío Felipe”, escribieron Felipe y Letizia. “Jamás olvidaremos las oportunidades que pudimos comunicar con él”, agregaron los reyes de España.