“O sea viable por el hecho de que no somos ratas sino más bien seres imaginativos capaces de salir de nosotros y, durante un rato por lo menos, convertirnos en otra persona, joven o vieja, cuerda o ida, mujer u hombre”. A Knausgård le cuesta reconocer que igual le vive una mujer dentro. Como afirma Hustvedt, “convertirse en mujer o dejar que una mujer se introduzca en su escritura puede ser peligrosamente transformador”. Aun cuando las descripciones del padre de Mi lucha están impregnadas de vida doméstica, de patatas peladas y pañales cambiados, de la íra de verse atrapado y asfixiado por las responsabilidades del hogar -pautas clásicamente femeninas-.
Otro de esos libros que ahonda en temas con frecuencia olvidados, de manera frecuente tabú. El hecho es la obra en la que la autora francesa cuenta en primera persona su experiencia con el aborto, el rechazo de la sociedad y las dificultades que se encontró en su camino. Es posible que antes de llegar a las páginas de ‘El cuento de la criada’ hayas visto la habitual serie de HBO.
Se suponía que pensar en ella, siempre esperando leal la llegada del hombre, subiese la moral. De Francia, afirmaban los medios del frente «es un pueblo realmente bonito con muchas chicas francesas, que son muy descuidadas. Las mejores mujeres aquí son las jóvenes enfermeras alemanas». En todo caso, las diferencias entre el cerebro de hombre y mujer resultan tan espectaculares como lo bien que se complementan, explican los científicos.
Si no es de este modo, anota esta selección de libros escritos por mujeres que van desde los clásicos hasta las más recientes novedades, pasando por antologías poéticas, bestsellers y novelas gráficas. La mayor parte de los fisiólogos afirman que el organismo de la mujer está mucho más predispuesto que el del hombre a la voluptuosidad, y sin embargo, nadie puede negar que la mujer es más leal a sus deberes que este. Por cada caso de infidelidad en el sexo femenino, se cuentan noventa y nueve en el masculino. Los sansimonianos conceden a los 2 sexos igualdad de derechos políticos, sociales y morales. En cambio, la prensa de los soldados de rangos inferiores de la jerarquía militar se mofaba de la imagen del soldado leal y la leal esposa aguardando. Aun los medios mucho más importantes, como Armeekorps, publicaban anécdotas de hombres que tenían múltiples parejas tanto en el frente como en casa.
Sexo, ¿del Creador O La Obra?
En el último mes del año de 1916, una vez que corriesen los primeros ríos de sangre y hubiesen fallecido cientos de miles de alemanes estúpidamente, el capellán B. Pfister escribió en el diario Der Dienstkamerad «¡Ten confianza y sé un hombre! En esta prensa a la vez se cuidaba la imagen de la mujer que aguardaba en casa.
El caso de los Dumbells canadienses, comparsas de travestís que se burlaban de un sentimiento compartido con sus camaradas. En la situacion de las tropas estadounidenses, los gays tenían contraindicado servir pues «su presencia dañaba a la moral y la disciplina del ejército, la homosexualidad es una manifestación de un grave defecto de la personalidad». Incluso se temía que si un homosexual alcanzaba cierto rango, podría mostrar al resto de hombres a «seducciones ilícitas». No obstante, eran los que mucho más valoraban los espectáculos de travestis. Durante la Primera Guerra Mundial, las autoridades civiles y militares estuvieron obsesionadas con la masculinidad para la supervivencia de la nación. Ese sentimiento lo lograron encarnar los soldados cuando fueron alistados, pero tras las matanzas de Somme y Verdún la mentalidad por el momento no era la misma.
La Mujer Según Ciertos Filósofos
Por eso, cuando el travestismo se transformó en un aspecto habitual en la primera línea, los medios se vieron obligados a argumentar que se trataba de una manera de entretenimiento. Las obras de teatro con humor de dobles sentidos y travestís, Damendarsteller , para subir la moral o alegrar a los compañeros heridos, fueron muy frecuentes. En el diario Scharfschützen-Warte un artículo demostraba que existía una abierta repulsión a una situación creada por los «instintos masculinos». Para escapar del estrés, la solución eran canciones relajantes y alegres propias de un imaginario femenino. Magnus Hirschfeld, un precursor del activismo homosexual, reunió miles de cartas y entrevistas con soldados y clasificó la información que aportaron sobre la sexualidad en las trincheras.
seguramente, esta sea una de esas obras más conocidas por su adaptación cinematográfica que por la novela de Margaret Mitchell. Una novela protagonizada por Scalett O’Hara, la hija caprichosa de una familia acaudalada dueña de Tara, una enorme plantación algodonera. Esta obra se ubica en los años de la Guerra de Secesión de 1861 y pone encima de la mesa el esclavismo y la supremacía blanca dominante en la temporada. Además de ser autora -al lado de Isa Calderón- de entre los podcast más triunfantes del momento, ‘Deforme semanal’, Lijtmaer asimismo ha escrito ‘Ofendiditos’. Se trata de un ensayo publicado por Nuevos cuadernos Anagrama en el que se aborda de qué forma en los últimos años se ha criminalizado la queja, realizando que nos cuestionemos si estamos en frente de una avalancha de neopuritanismo.
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El mayor número de conexiones en el cerebro femenino permite a las mujeres afrontar más retos al unísono. Existen estudios que apuntan que ellos tienen la misma capacidad pero sencillamente se ponen de peor humor enfrentados a la situación. Cuenta Siri Hustvedt en La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres que, como autora casada con un escritor -Paul Auster- ahora tiene el cuerpo hecho a diversos capítulos de sexismo “y de algo más”. En otra ocasión, una lectora le preguntó si las partes correspondientes a uno de los individuos masculinos de su libro El mundo deslumbrante las había escrito su pareja.
Dicen de ella que es la voz de una generación, de la generación millennial para ser más precisos. Elísabet Benavent, mucho más conocida en comunidades como @betacoqueta ha protagonizado algunos de los éxitos literarios de los últimos tiempos. Tras el éxito de la saga Valeria -transformada últimamente en serie-, llega su bilogía ‘Canciones y recuerdos’. Elvira Sastre es, sin duda, entre las jóvenes promesas de la literatura en este país. Con apenas 29 años, cuenta en su haber con un óptimo número de poemarios que triunfan dentro de nuestras fronteras y también en América latina. En 2019 se atrevió con la prosa y este ‘Días sin ti’ se llevó el premio Biblioteca Corto 2019.
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El pelo largo luce bastante, pero es un incordio que te tapa los ojos y te deja sin visión. Eso cuando no se te mete en la boca si hace viento, o se te pega a los labios si llevas brillo labial,. Cuando en alguna ocasión se me ha liberado los cordones en la calle, al agacharme para anudarlos mi propio pelo me sabotea. “Generalmente se ha tendido a relacionar la literatura escrita por mujeres con temas cariñosos románticos, en los que la atención que dedican las mujeres a sus vínculos con los hombres es evidente”, le afirma Segura a BBC Mundo. A principios de los años 60, era muy recurrente que las mujeres acomodadas blancas de Estados Unidos tuviesen a su servicio a mujeres afroamericanas a las que muchas veces trataban de forma desdeñosa. Este es el punto de inicio de ‘Criadas y señoras’, el libro de Kathryn Stockett llevado a la enorme pantalla en 2011.
Tópicos Que Nos Dejan Detectar A La Legua Si Un Libro Sobre Mujeres Está Escrito Por Un Hombre
Lo cierto es que en las tropas nazis también hubo travestismo a lo largo de la guerra. Eran vitales en el frente para la guerra que había liberado un régimen que mandaba a los gays a campos de concentración. Crossdressing in the Wehrmachtde Martin Dammann, que ha viajado por todo el mundo comprando colecciones privadas de fotografías de la Primera Guerra Mundial.
Mi trabajo pasó, por tanto, de ser una ilusión privada a un acto público, y desfiló por numerosas mujeres; de mi agente a mi editora para comenzar. Naturalmente, no depende de nosotros sino de los lectores evaluar si verdaderamente he llegado a conseguir esa empatía, si he contado de manera exitosa una historia que no me forma parte. Estoy nervioso, pero tal vez sea así como me debo sentir. En los meses que pasé escribiendo lo que sería mi primera novela (después de una década dando forma y abandonando otras tres), intenté no meditar demasiado en ello, igual que intenté no pensar bastante sobre de qué forma debería llevar a cabo las cosas. Mi libro, Rich and Pretty, trata de la amistad entre 2 mujeres y de de qué manera esta evoluciona con el paso de los años mientras que las diferencias se van incrementando. Siempre y en todo momento me ha dado gusto cuando los escritores proponen que redactar es un acto de empatía.