El Testamento De La Duquesa De Alba

Cayetano Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart , conde de Salvatierra, se quedará con el palacio de Arbaizenea en San Sebastián y el cortijo Las Arroyuelas, un gran latifundio en Sevilla. Además recibió el ducado de Arjona -título vitalicio que se remonta a 1423 cuando el rey Juan II de Castilla se lo concedió a su hijo Cayetano, conde de Salvatierra. Eugenia Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart , duquesa de Montoro, recibió la mansión de Ibiza donde veranea la duquesa de Alba, Sa Aufabaguera, además del cortijo de La Pizana, la finca de Gerena , que le obsequió por su boda.

Una de ellas fue un regalo que le logró el propio Alfonso a la duquesa, una figura que adquirió en Sicilia durante el primer viaje que hicieron como pareja. #25@ Ala-dos A propósito, el tal San Buenaventura Durruti, ¿qué tiene que te seduzca tanto? Deberías saber que es mucho más que probable que el violento de Durruti fuera tiroteado por la espalda por sus propios hombres a los que había conminado antes con la pistola tachándoles de cobardes…

Último Marido

Pese a la insistencia de Cayetana en su testamento, su viudo no estaría interesado en hacer uso de ningún usufructo como duque viudo de Alba y estaría dispuesto a abandonar estos derechos. Según el acuerdo alcanzado ante notario, la Fundación Casa de Alba pasará al primogénito y heredero, Carlos Fitz-James Stuart, que tendrá la responsabilidad de preservar el legado histórico. Va a ser él quien herede la mayor parte del cincuenta de títulos nobiliarios de la vivienda, entre ellos el de duque de duque de Alba, de Berwick, de Liria y Jérica, y asimismo va a recibir fincas rústicas como El Carpio, entre los mayores latifundios de Córdoba. En cuanto el silencio recorrió las estancias, el bullicio rugió en la puerta.

Aún así, todavía quedarían bienes personales por asignar, entre aquéllos que se incluía la colección de alrededor de 200 cuadros de la duquesa , que se los van a repartir los seis hijos vía acuerdo. Alfonso Díez negocia un piso y 6.000 euros por mes a cambio de abandonar sus derechos como viudo. Alfonso Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart , duque de Aliaga, es el encargado, al lado de su hermano mayor, de las finanzas de la Casa de Alba, y recibió varias parcelas rústicas y la finca del antiguo castillo de El Tejado en Calzada de Don Diego . Alfonso Díez podría estar aguardando a que pase el funeral para dar un golpe encima de la mesa.

Seis Herederos

@antonioggomez #31@ quisquillon No voy a proseguir hablando con usted, ya que me parece una persona claramente mal educada, que falta al respeto. Lo que yo he dicho es que hay una fundación y un montón de sociedades anónimas o limitadas, entre las cuáles está repartido todo el patrimonio… En otras expresiones, que la Duquesa probablemente era pobre de solemnidad, en el sentido de que a su nombre no hay o no había nada o prácticamente nada, con lo que este señor lo máximo que conseguirá será alguna pensión vitalicia… ¡Y quizás un título nobiliario menor, a fin de que se distingue de los plebeyos como usted! Le repito que el cónyuge viudo jamás puede renunciar en vida a su legítima, como se dijo en los medios equivocadamente. Ya fallecido el causante debe colacionarse todo lo donado en vida por la duquesa para saber el importe de su legítima.

Yo pienso que este señor se va a quedar con una aceptable pensión de por vida que le va a pagar la Casa de Alba, a fin de que pueda vivir con la mayor dignidad posible, y poco más… De cualquier forma, arrieros somos, y con el tiempo lo veremos. Doña Cayetana de Alba -fallecida este jueves a los 88 años- se había enamorado de un funcionario, Alfonso Díez, y sus hijos se venían negando desde hace meses a que su madre se casara con él. Aquel día de verano era la culminación de un año de negociaciones, renuncias y espadas en alto. La duquesa había decidido donar en vida a sus hijos los recursos más valiosos de la Casa para \’protegerlos\’ del presunto interés espurio de otros, y estaban todos citados en el notario. Después de las firmas correspondientes, los hijos dijeros \’sí\’ y la duquesa pudo casarse al fin con su de hoy marido.

Consideraban que se le ninguneaba pues sabían que nunca tomaría la decisión de confrontar a los hijos de su mujer. Se cierra por fin el capítulo de la herencia de la duquesa de Alba. Mucho más de un año tras el fallecimiento de Cayetana, sus seis hijos y su viudo llegaron a un convenio para la repartición del tercio de optimización que todavía quedaba por repartir. Se pone fin de este modo a un espinoso asunto que dió bastante que charlar y que ha generado cierto distanciamiento entre Alfonso Díez y los hijos de quien fuera su mujer. Este “reparto de la herencia en vida” de la duquesa se ejecutó en término de donación escriturada por la que sus hijos se transformaron en sucesos registrales de sus bienes, mientras que la duquesa proseguiría administrándolos como gerente y gozando de ellos como usufructuaria.

el testamento de la duquesa de alba

Eugenia Martínez de Irujo, duquesa de Montoro, recibió la mansión de Ibiza y el cortijo de La Pizana . Como su hermano Jacobo, su presencia en el entramado empresarial de la familia es testimonial. Fernando Martínez de Irujo, marqués de San Vicente del Barco, heredó la mansión de Las Cañas, en Marbella, y múltiples propiedades agrícolas. Adquirió notable presencia como asesor en casi la totalidad de las compañías de los Alba. Jacobo Fitz-James Stuart, conde de Siruela, recibió ciertas fincas rústicas. Jacobo solo hace aparición como socio minoritario en 2 de las compañías, y como consejero en una.

¿qué Esconde El Testamento Oculto De La Duquesa De Alba?

Tras la reunión que tuvieron todos y cada uno de los hijos y el viudo Alfonso Díez el pasado 16 de diciembre con ocasión de la apertura del testamento que se efectuó en una de las dependencias del palacio, la vida diaria ha vuelto a Liria. De hecho, el día que abrieron las últimas voluntades no hubo noticias, igual que tampoco con su contenido, como informaba este fin de semana LOC. Alfonso Díez recibía su cuota viudal como exige la ley.

Palacios

El ex- de Genoveva Casanova se realizó el duro durante un par de días, haciéndole ver a su madre que no estaba completamente en concordancia, pero pasado ese tiempo la llamó para mencionarle que lo aceptaba. De esta manera, tras firmar ante notario, Cayetana y Alfonso pudieron darse el \’sí, quiero\’ el 5 de octubre de 2011, con sus hijos ahora tranquilos por salvaguardar el patrimonio de los Alba. Y sucede que estaban en juego mucho más de 3.000 millones de euros, una cifra por la que los descendientes de Fitz-James Stuart pusieron el grito en el cielo al comprender que su madre volvería a casarse por tercera vez.