Evidentemente que los integrantes de una pareja han de escucharse, respaldarse y acompañarse, pero si el estado de uno comienza a afectar a la salud psicológica del otro y no quiere tomar medidas, es esencial que te protejas. Pero, ¿qué llevar a cabo cuando una persona está todo el tiempo enfadada o en la que el mal humor semeja ser su rasgo de personalidad primordial? La mayoría de las personas te dirá que no tienes por qué razón cargar con el mal humor de los demás. Si tú no tiras la basura en la puerta de otro, éste no tiene por qué razón diseminar los residuos en tu casa. Andar todo el día de puntillas con tu pareja, prestando atención a eso que dices o haces y debiendo controlar en todo instante tu propio humor… bueno, genera un desgaste que puede ser agotador. A largo plazo puede aumentar los pensamientos malos y realizar venirse abajo tus esperanzas en la relación (además de crearte sentimientos de ansiedad y mal humor).
Los contenidos de esta publicación se escriben solo con objetivos informativos. En ningún momento tienen la posibilidad de servir para hacer más simple diagnósticos o reemplazar la tarea de un profesional. Pregúntate qué es lo que esta persona trata de ganar –o de eludir– con este momento de histeria.
Intenta Comprender
Ydos estudios mostraron que susmétodos habían ocasionadoun efecto positivoen los pacientes. Cuando alguien nos está atacando verbalmente diciéndonos cosas desagradables o que no son algunas es muy difícil controlarnos, pero si te pones a su nivel entrarás en un bucle sin fin. No te lo tomes como algo personal, ten en cuenta que el drama no va contigo. Comunmente no contamos ni la más mínima idea de si le pasa algo en su historia personal que provoca que pierda los nervios con facilidad.
Puedes liberarte de la adrenalina acumulada yendo a dar un paseo, a correr o saliendo a cenar algo. No dejes que las conmuevas se acumulen en tu cuerpo o terminarás siendo tú quien tenga un brote de ira a la mínima. En instantes beligerantes y violentos, aunque sea verbalmente, es mejor no estar demasiado cerca de la otra persona por si acaso el enfado se le va literalmente de las manos. Intentar aliviarla poniendo tu brazo sobre el de el tampoco es buena idea. Cuando alguien ya está molesto es mejor evitar el contacto físico ya que podría ser mal interpretado.
Ignorar El Comentario Subido De Tono Y Responder Con Actitud Calmada
Si es de esta forma, quizá tú deberías buscar orientación profesional a fin de saber de qué manera lidiar con ese entorno emocional hostil. El mal humor es algo natural en la gente muy temperamentales. Todos poseemos instantes malos en los que nos cuesta controlarnos en presencia de otros, pero hay personas que parecen encadenar uno tras otro. En el momento en que el mal humor aparece de manera ocasional acostumbramos a tolerarlo y ser empáticos con él; sin embargo, en el momento en que se convierte en una incesante y no lo cortamos a tiempo, puede terminar por contagiarnos. Cuando nos encontramos en una situación con alta carga sensible es complicado no dejarnos llevar por el calor del momento y saltar. Controlar la respiración con inspiraciones lentas y profundas o contar interiormente hasta diez –o cien si fuera necesario– nos ayudará a no terminar igual de alterados que la otra persona.
Se empieza por empatizar con el otro poniéndose en su sitio, después una oración que indique claramente que no tenemos ganas que lo pague con nosotros. Aconsejamos que el cambio sea a un espacio que le guste a nuestra pareja, que haya dicho en alguna ocasión que quiere visitar o que pensemos que le logre sorprender. Con esto intentamos de mudar la escena, ya que eso contribuye a romper el estímulo que alimenta la hostilidad y la molestia. Si observamos que nuestra pareja está enfadada podemos sugerirle salir a cenar, a por un cucurucho de helado, a tomar un tazón de café en un lugar de comidas, a tomar una copa o a ver una película.
Es una técnica que utilizan bastante gente, alejarse de la persona hostil hasta el momento en que se le pase. Se debe tener precaución con este procedimiento y ver de qué forma perjudica a nuestra pareja. Con ello tratamos de cambiar el contexto sensible, de una situación muy seria a otra más entretenida y interesante. Cuando vemos que nuestra pareja está enfadada y nos va a criticar por cierto motivo, podemos cambiar la emotividad de la conversación, con algo jocoso y positivo. Este procedimiento resulta útil en el momento en que nos encaramos a las primeras señales de la irritabilidad de nuestra pareja. Es posible que si respondemos con sentimientos positivos, el mal humor del otro disminuya o se disipe.
Si es un amigo o un familiar el que no atraviesa su mejor momento, normalmente somos capaces de acompañar y escuchar sin ser arrastrados por sus conmuevas, pero conducir el mal humor de la pareja no es tan simple. Aparte de ser unos cascarrabias, hay hombres que se dejan el lujo de culpar a sus parejas de todo lo que les sucede o que descargan su mal humor en ellas. Si la cena que habíais premeditado con amigos no tiene éxito ¿es culpa tuya? ¿Si el frigorífico está vacía es porque tú no has ido a la adquisición si bien él asimismo estuviese en casa? Podríamos seguir con un sinfín de ejemplos que seguramente te sonarán si tu pareja es de esos que se creen tan excelentes que, hagan lo que hagan, la culpa jamás es suya. Esta situación puede llevarte a vivir condicionada por su carácter e incluso a tener temor a realizar cualquier cosa que logre enfadarle.
La carencia de apetito en los jubilados es una manifestación común por distintas razones, pero que debe ser tratada a tiempo. Si es ya complicado atender a un anciano, se convierte en una tarea agotadora en el momento en que este tiene mal genio. Centros de psicología y terapia personal en la Red social de La capital de españa. No es lo mismo que yo entre a casa y diga “hola, ya estoy aquí” a que entre, vaya a dar un beso y un abrazo a mi pareja y afirme “qué ganas tenía de verte, ¿de qué manera has pasado el día? Cuando vuelva espero que los 2 estemos mucho más tranquilos y podamos charlar sobre lo que ha pasado.
Ahora bien, tan esencial como la empatía es la ecpatía; esto es, la capacidad de desvincularse de las emociones ajenas para preservar nuestro bienestar. Así, no dudes en ser estable y detallar límites, en no tolerar agresiones ni faltas de respeto, aun si esto significa abandonar la charla y el lugar. Si no puedes evitar a esa persona revela la forma de no encajar sus palabras como quien encaja un golpe, procura que reboten y salgan fuera del campo, como el balón que golpea contra el poste y se sale del campo. Puede que el otro vaya a procurarlo y saque de nuevo, pero está en ti ser más persistente que él y reiterar la operación. Y trata de comprender la causa de su cambio de humor, si llegas a perder la paciencia lo más posible es que la situación no optimize, sino que su conducta empeore. Ser con la capacidad de rebobinar tus pensamientos y formar otros más realistas puede requerir cierta práctica.
Sobrellevar El Mal Humor
La próxima vez que te veas afectado por su humor, intenta reconocer qué pensamientos pasan por tu mente y cómo te hacen sentirte. En el momento en que nuestro compañero o compañera sentimental se expone irritado, enfadado o susceptible, se despiertan en nosotros reacciones profundas y también incontrolables. Al final de cuenta, es la persona con la que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo y la enorme cercanía sensible que hay entre los dos puede llevarnos a no lograr mantener la mente clara. De ahí que, queremos mostrarte ciertas estrategias que te ayudarán a lidiar con estos instantes de la mejor manera.