Se descubrió por al azar a la salida del restaurante Sacha en la capital, donde los fotógrafos pretendían inmortalizar una comida entre Felipe González y otras personalidades. Y allí estaban Marta y Philippe, compartiendo mesa, mantel y confidencias entre besos y arrumacos. El padre de Isabelle Junot ya era de más conocido en el mundo del papel couché por su polémica boda con Carolina de Mónaco. Las ausencias del padre del novio, Fernando Falcó, y de su hermano Carlos, padre de Tamara Falcó, fueron destacadas. Ellos fueron 2 de las figuras que más echaron de menos los contrayentes y el resto de la familia.
Gabriela lució figura premamá con un diseño largo suelto de escote pico con motivos étnicos y flores en tonos azules marinos y blancos, rematado por un abrigo largo de tweed a juego. Álvaro Falcó, marqués de Cubas, es hijo de Marta Chávarri y primo de Tamara Falcó. Juntos prepararon al aspecto una boda donde, tras la liturgia, ofrecieron un cóctel y un banquete en un espacio de ensueño.
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A esos de verdad que poblaban antaño las gacetas del corazón. A Duarte Falcó, hermano de Tamara, le habrían prohibido la entrada a la boda de Isabelle Junot y Álvaro Falcó por su estilismo. El prmio del novio habría tenido que marcharse para cambiarse para de esta forma poder acceder al Palacio de Mirabel.
Marta Ortega, la heredera del imperio textil mucho más grande del mundo, mezcló un vestido naranja casi teja con un abrigo azul prácticamente lavanda. Y el efecto, dicho es otra cosa, era espléndido. Tamara Falcó y el otro gran vestido floral de la boda. Ella se encontraba atractiva a rabiar y era la testigo perfecta.
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El empresario dió al garete con el afán de los contrayentes por esquivar el interés del ojo público. A través del Instagram de Onieva, y de un vídeo que publicaba en un Stories de su cuenta -y que suprimía a los minutos-, se hapodido ver a Isabelle Junot vestida de novia. Escoged uno de sus detalles solidarios, entre los que destacan los abanicos de colores, y acompañadlos de una tarjeta informativa con la que los invitados descubran qué donación habéis efectuado. La ceremonia se festejó en la capilla que se encuentra en el interior del Palacio. Tras el trueque de coaliciones, todos gozaron de un cóctel en el patio renacentista del lugar, que estaba a la perfección decorado con flores.
De escote balconet y mangas francesas con fantasía en la copa, se encontraba confeccionado en gazar de seda en color blanco natural. La espalda realzaba la elegancia de la novia con un cierre de botones centrales forrados del mismo tejido a tono. El cuerpo del vestido da rincón a una falda de gran volumen, con cola de dos metros y medio desde la cintura, donde se generan frunces orgánicos que acaban con un cinturón ancho del mismo tejido. En su confección se emplearon más de doscientas horas. Como joyas, su anillo de pedida y unos pendientes earcuff de oro blanco con diamantes talla brillante en degradé, de Rabat, poniendo un toque moderno. Abajo, Álvaro, al lado de su madre y madrina, Marta Chávarri, quien lució un diseño de alta costura de Tot-Hom, en gran crepé de seda azul marino, conformado por una túnica corta con apps bordadas de plumas de avestruz en las mangas y pantalón ‘palazzo’.
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Gtres Con un vestido midi color teja con cuerpo de niño de abeja hasta la cadera de la que sale una falda con vuelo. El contraste a la tonalidad la puso el abrigo capa sin cuello de color azul Capri que combinó a la perfección con unos pendientes largos azules, un bolso marrón, guantes naranjas y unos mules de tacón plateados de Valentino. Perfecta, fiel a su estilo y a la naturalidad que le caracteriza.
“Querían por todos y cada uno de los medios que fuera una boda donde la multitud hablara de la comida. Mis hermanos, cocineros, jefes de cocina, pasteleros… Para una boda al estilo de Luis VI, de estas de vatel”, apunta el chef. Un total de 40 personas más otros 20 camareros para una gran celebración. “Va al mínimo detalle, estuvimos tres meses trabajando intensamente en la boda. Este nivel necesita mucho orden, mucha puntualidad en los puentes, en las cocinas, en la comida, y necesitamos tener todo ordenado pues es un día muy especial”, añade Diego, jefe de salón, al pie del cañón a fin de que todo esté especial en esta gran y única salón. De los aproximadamente doscientos setenta invitados, ciento cincuenta (presentes, familia directa y amigos íntimos) fueron a la liturgia, ubicados en las dos salas adyacentes.
Ni todos y cada uno de los días se casan dos integrantes de 2 familias como los Falcó y los Junot, ni todos los días la lista de invitados da para atestar las portadas de todas y cada una de las revistas de los miércoles. Xandra Falcó, hermana de Tamara Falcó, es prima hermana del novio. Xandra se casó en este mismo sitio con Jaime Carvajal, quien falleció hace dos años. El día amaneció soleado en Plasencia, aunque no lo parecía.
La expectación era máxima, en tanto que este pertence a los enlaces más aguardados de este 2022. La bloguera logró transformarse en una de las invitadas mejor vestidas gracias a su iniciativa de estilo. Un vestido midi satinado en color impresionante con una capa de seda estampada de Es Fascinante que potenciaba el estilismo. Escote balconette y manga francesa; y otro mucho más informal y cómodo, para la fiesta y el baile. Este últimofue un crop top de encaje, con cierre trasero de abotonadura y unafalda de talle prominente.
Si bien si hay algo que ha llamado la atención ha sido ellookde la novia, que ha lucido undiseño de Pronovias y joyas de Rabat, firma de la que es embajadora. Aunque aún no se ha anunciado ninguna imagen de su estilismo nupcial. En la fiesta anterior a la boda, Junot eligió un vestido de Inés Domecq, otra de las consagrados convidadas. Xandra Falcó, prima del novio, asimismo se casó con su marido, el desaparecido Jaime de Carvajal, en este palacio de Mirabel.
Marta Ortega Y Carlos Torreta
Su vestido fácil de corte medieval, su diadema histórica de refulgentes, su ramo de fácil paniculata… Sencillamente elegante. Fueron de los primeros en llegar a la liturgia. Alonso, hijo menor del expresidente del Gobierno José María Aznar y su mujer Ana Botella, a su llegada al palacio de Mirabel. Con él llegaba Felipe Cortina, hijo de Alfonso Cortina y Miriam Lapique.